Inaugurada en la capital filipina coincidiendo con la conmemoración del centenario de 1898, adopta la forma de un viaje: un recorrido por los más de tres siglos de historia que van desde la llegada de los españoles al archipiélago filipino hasta la independencia de las Islas, y una travesía de más de 30.000 kilómetros por mar y por tierra, siguiendo la ruta que hasta comienzos del siglo XIX realizaban los galeones de la Carrera de Indias, desde Sevilla, y más tarde Cádiz, hasta el puerto de Manila.

En la ciudad asiática el viaje se detiene para mostrar, a partir de la ingente documentación gráfica encontrada en los archivos españoles, el panorama de sincretismo resultante del prolongado encuentro entre el occidente europeo y la cultura oriental.