Isaac Moreno Gallo, autor y coordinador de esta publicación, es el director del proyecto de investigación “Identificación, Diagnóstico y Análisis
Técnico-Constructivo, de Vías Romanas en Castilla y León, realizado entre 2006 y 2010 y enmarcado en el Plan Patrimonio Histórico (PAHIS) de Castilla y
León, el cual ha permitido llevar a cabo una amplísima labor de identificación de las vías romanas en toda la región castellanoleonesa. Afortunadamente, la provincia de Soria cuenta con tramos de calzada que aún se conservan, particularmente el que nos ocupa, entre Numancia y Osma, que se encuentra en un aceptable estado.
El trazado de esta vía había sido ya publicado en diversas ocasiones, todas ellas reediciones de la memoria descriptiva de Eduardo Saavedra, con sus planos incluidos, y además figuraba con notable precisión en todos los mapas topográficos del Instituto Geográfico Nacional. A pesar de ello, en la Declaración de Impacto Ambiental de la autovía A-11, no se recogía mención alguna a la vía romana, por lo que los proyectos se redactaron sin tener en cuenta el trazado de la misma. La mayor afección correspondió a este tramo, afectando al menos en cuatro puntos del trazado y llegando a ocupar cientos de metros e interrumpiendo la continuidad del corredor romano en más de tres kilómetros. Advertido este problema por el autor y tras un cambio en la dirección de las obras del tramo afectado, se elevó una propuesta de modificación para permitir desafectar la mayor parte de la vía, poniendo en valor toda la parte colindante a la autovía hasta alcanzar un total de siete kilómetros de calzada romana promocionada.
La modificación de las obras permitió la salvaguarda de la obra romana y de su corredor y la promoción cultural de la misma, consistiendo en elevar la autovía sobre la vía romana mediante dos pérgolas que posibilitaron que ésta discurriese libremente bajo la autovía. Unos leves ajustes de trazado en planta y la construcción de dos muros pantalla, posibilitaron que la afección se redujera a sólo unos 300 m de trazado romano, que se aprovecharon para documentar arqueológicamente esta infraestructura bimilenaria.
El contenido del libro se complementa con distintas aportaciones de otros autores, coordinados por Isaac Moreno Gallo, tales como J. P. Benito Batanero, C. Tabernero Galán y J. L. Fernández Montoro, que presentan el estudio arqueológico de la vía, en la campaña de 2018 en Blacos, el estudio de los restos metálicos encontrados en la prospección magnética realizada, a través del desarrollo de un proyecto de prospecciones magnéticas sobre vías de comunicación antiguas, a cargo de José Luis Fernández Montoro, y un trabajo sobre las intervenciones arquitectónicas en la vía romana Numancia-Uxama, por Darío Álvarez Álvarez, Miguel Ángel de la Iglesia Santamaría, Sagrario Fernández Raga y Carlos Rodríguez Fernández.
El autor, Isaac Moreno Gallo, completa la obra con un resumen de la labor llevada a cabo en el proyecto de Investigación de Identificación anteriormente referido, de las herramientas utilizadas, de la importancia de la técnica constructiva en la identificación de las vías romanas y de las nuevas consideraciones que se dedujeron sobre el método constructivo de las vías romanas. Un capítulo dedicado a la metodología de construcción de las carreteras romanas, otro con la descripción de la vía romana de Numancia a Osma, y una guía arqueológica de las vías romanas en la provincia de Soria.
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