Eduardo Torroja presentó dos soluciones para un depósito enterrado con capacidad para 3.000 m3 en Khouribga en diciembre de 1959, a la Office Cherifien des Phosphates que estaba instalada en esa zona desde 1921.
La primera solución tenía una planta hexagonal con estructura de hormigón armado y cubierta plana formada con piezas trianguladas prefabricadas. En cambio, para la segunda solución optó por planta y cubierta circular plana. Finalmente se proyectó un depósito enterrado que tuviera capacidad para 9.000 m3 y una planta rectangular de 41,02 x 62,92 m, construido en hormigón armado. Durante las obras se produjeron muchos cambios. Posteriormente, la misma empresa encargó la ampliación del cuarto de máquinas a José Antonio Torroja