La Sociedad Lecanda, Macià y CÃa, 1895
Hacia 1893 Francesc Macià formó la "Sociedad Batlle, Macià y Cía" con la que, utilizando el sistema Monier, acometió las primeras construcciones españolas de hormigón armado. Dos años después, la empresa tenía ya en su haber más de cuarenta obras repartidas por toda Cataluña. La mayoría de ellas fueron pequeños depósitos industriales de almacenamiento de agua, pero también construyeron albañales, abrevaderos, pozos de saneamiento y hasta una fuente monumental en Bellvís por encargo de la comisión de aguas.
Macià y sus socios realizaron “grandes desembolsos para dar a conocer el sistema y educar obreros especiales”.
Fuera de Cataluña, sus construcciones tuvieron asimismo buena acogida en Zaragoza, Madrid, Murcia o Almería. En 1895, Macià cambió de socio y la empresa pasó a denominarse Lecanda, Macià y Cía. Junto a las construcciones citadas, emprendió la fabricación industrial de objetos de cemento armado, como se le llamaba también entonces.
En el catálogo de la empresa se ofrecían depósitos para agua, vino, alcohol y aceite de hasta mil litros de capacidad, lavaderos, pavimentos, cloacas, pilas para baños, fregaderos y objetos de jardín, así como pequeños puentes. Macià y sus socios fueron pioneros en estos trabajos en España, y realizaron “grandes desembolsos para dar a conocer el sistema y educar obreros especiales”. A pesar de no ser grandes obras, con ellas dio sus primeros pasos en España el nuevo material de construcción, que después otros técnicos harían evolucionar.