Organizada en tres bloques temáticos con contenidos diferenciados y complementarios se da una visión global de las aportaciones que desde la Edad Media ha tributado la ingeniería a la construcción de itinerarios y derroteros. Facilitando con ello la comunicación de hombres, núcleos urbanos, algunos fundados al hilo del camino, la ordenación y vertebración del territorio, los intercambios de ideas, costumbres o comerciales, rompiendo, también en este caso, el aislamiento del interior península.