Puente de hormigón armado de San Miguel sobre el rÃo Isuela en Huesca
El puente, sito en el nuevo paseo de circunvalación de la ciudad, fue un encargo del ingeniero Emilio Monterde, al frente de la carretera de Huesca a la estación de Sabiñánigo, y requerÃa, como puente urbano, un cierto aspecto monumental. Rebollo lo diseñó con dos arcos parabólicos de 25 m de luz, articulados en los arranques y la clave, que sostenÃan, mediante cuatro montantes verticales cada uno, un tablero inferior de 7 m de ancho. Inaugurado en 1912, y todavÃa en uso, marcó un hito al ser el primero construido con la tipologÃa de arcos de hormigón armado articulados en España. El puente de San Miguel, todavÃa en pie frente al Convento de las Miguelas de Huesca, se inauguró en 1912, como parte de las obras de circunvalación de la ciudad y de la nueva carretera de Huesca a Sabiñánigo (N-330 a). Al frente de las obras de esta vÃa estaba entonces el ingeniero de caminos Emilio Monterde, quien, tras optar por el hormigón armado como material de construcción, encargó el proyecto del nuevo puente al ingeniero Gabriel Rebollo, autor del célebre puente de la Peña. Rebollo planteó un puente de un solo tramo, formado por dos arcos triarticulados, de los que se suspende el tablero por medio de cuatro tirantes, que fue el primero de esta tipologÃa construido en España con hormigón armado. La luz entre las rótulas de los arcos es de 25,60 metros y la flecha del arco de 5,10 metros. De los cuatro tirantes suspendidos de cada arco cuelgan cuatro vigas transversales que soportan otras cuatro vigas longitudinales sobre las que apoya la losa que forma el tablero del puente. La anchura libre entre los arcos es de 7,00 metros, con 4,90 metros para la calzada y 1,05 para las aceras.