Un sistema de forjados y vigas en hormigón armado. 1902.
Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. Oficina Española de Patentes y Marcas. Archivo Histórico. Patente nº 30146
"tumbas higiénicas" transportables de cemento armado. 1902
Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. Oficina Española de Patentes y Marcas. Archivo Histórico. Patente nº 29.101
Otras patentes españolas
Entre 1901 y 1903 todos los pioneros del hormigón armado patentaron sus sistemas, apenas diferentes en lo sustancial. Pero ya desde el primer momento, muchos de ellos tuvieron poca aplicación.
Las patentes dejaron de ser el medio que encauzó la actividad de los empresarios y constructores
Conforme fue desarrollándose el conocimiento teórico del nuevo material y se reguló su práctica, las patentes dejaron de ser el medio que encauzó la actividad de los empresarios y constructores.
1902 Patente de Gabriel Rebollo.
El sistema con el que Gabriel Rebollo, tras abandonar la empresa Hennebique, emprendió en 1902 su propia aventura empresarial no presentaba muchas novedades respecto a los ya existentes. Orientado hacia las estructuras de edificación, tendría pocas oportunidades de ser llevado a la práctica, pues su creador se dedicó casi con exclusividad a la ingeniería de puentes.
1902- Patente de Mauricio Jalvo
Apenas algo más que la forma de algunas de las barras eran las variaciones que aportaba la patente de otro de los pioneros de estos años, el arquitecto Mauricio Jalvo. Sus amplios conocimientos sobre el nuevo material ya los había dado a conocer, por otra parte, en su Manual práctico del constructor, que vio la luz en 1903.
1902- Sociedad de Aplicaciones a la Ingeniería
La consultora de Gallego Ramos y Sainz de los Terreros presentó, también en 1902, otra patente por un sistema de hormigón “envuelto” o zunchado con metal deployé. Ambos eran decididos partidarios de esta tela metálica, introducida algunos años antes en España.
1901- 2 Patentes de Unciti
El ingeniero militar Ricardo Martinez Unciti, figura clave en la difusión inicial del nuevo material, en lugar de un sistema de construcción con hormigón armado, dirigió sus patentes a registrar aplicaciones de objetos prefabricados de hormigón, tales como tejas, bloques para muros, postes, traviesas, acueductos portátiles o inclusive tumbas y cierres para nichos y panteones.
